jueves, 31 de enero de 2013

¡ Que alivio, se acabo la Navidad!.

Este post quería haberlo escrito ya a principios de enero, pero por múltiples circunstancias no ha podido ser y lo cuelgo ahora.
Lo de que alivio se acabo la Navidad desgraciadamente es una expresión que he oído multitud de veces este año ( y otros) cuando terminan las fiestas, y es que, con el paso del tiempo, las Navidades cuentan cada vez con más detractores y menos defensores y ello por múltiples motivos:
Primero porque se gasta mucho más: el dinero invertido en  comida duplica el gastado en en otras fechas incluso ahora que estamos en crisis- y una crisis muy gorda-, porque el que más y el menos compra para los días principales aquellos manjares que estima que a los suyos más pueden apetecerle y aunque las compras se realicen antes y la verdad es que no se hace siempre, determinados alimentos aumentan un montón su precio  por estas fechas, A esto hay que sumarle papa noel y los reyes, incluso los que no tenemos hijos, para padres, hermanos, sobrinos, amigos cercanos, pareja, etc.  y ahí se va otro pastizal, con le inconveniente de que si no hay lista de regalos  o tenemos buen ojo, acabamos metiendo la gamba con lo comprado y al día siguiente o al otro, tenemos que acercarnos a la tienda a cambiarlo, eso si hay suerte...
Segundo. Se engorda un montón, entre comidas con los diversos familiares y amigos, las cenas de empresa, nochesviejas  a todo trapo en hoteles, restaurantes o sidrerías, en fin, que pasadas estas fechas, todos  o " casi" todos  nos despertamos al nuevo año con unos cuantos kilos que hay que perder y que después del desenfreno, para que nos vamos a engañar, ¡ Nos cuesta!.
Tercero y último y supongo que el peor, las comidas, cenas y encuentros con familiares con los que en muchos casos  intentas no tener mucho trato el resto del año y te ves obligado con sonrisas impostadas a compartir el pollo,el cava y los turrones, intentando ser lo más civilizados posible para no sacudir al otro con la copa, la botella o el cuchillo de trinchar, o  peor aún,  y lo que  me parece más triste, el recuerdo de aquellas personas a los que quisimos y aún queremos con todo nuestro corazón y que por múltiples motivos- no solo la muerte- en esos momentos no pueden estar a nuestro lado...
Así que frente a todas estas razones, no puedo estar más de acuerdo con los que viéndolo todo negro, exclaman que menos mal que han terminado las Navidades, y no dejo de añorar aquellos tiempos en que era una cría y deseaba con todas mis fuerzas que llegaran las fiestas para estar con mi familia ( aún no faltaba nadie) y que vinieran los reyes trayendo lo que había pedido, y es que, en aquellos años, nada parecía imposible...

domingo, 6 de enero de 2013

Comprar con el Corazón.

La vida está muy jodida, lo llevamos viendo todo el año, pero al llegar las fiestas, con el aumento del paro, la desaparición de las pagas extras, la subida del IVA, etc, etc, etc, parece que las cosas se ponen peor. Yo siempre, en Navidades y en otros momentos, puntuales o no, había visto en las tiendas pequeñas, carteles que animaban al público a realizar las compras en las tiendas de tu barrio, pidiéndote que eligieras a pequeños comerciantes frente a las grandes superficies, pero en estas fiestas me he quedado sorprendida por el enorme armazón colocado en una de las principales plazas de  mi ciudad, en la céntrica Plaza del Parchis, en las que se pedía: "Compra con el Corazón," y que  lo hicieras en el comercio urbano de Gijón ,lo que demuestra que la preocupación por la situación económica a la que se ve abocado el pequeño comercio, no se circunscribe a los propietarios de estas tiendas, sino que se extiende a toda la ciudad, porque el destino deesta también depende de ellos.
Yo como todos los años he dejado a un lado los grandes almacenes y he realizado las compras para mis regalos de estas fechas en comercios cercanos a mi casa, en pequeñas librerías, y tiendecitas de artesanos, tampoco es que les vaya a sacar de pobres a ninguno porque actualmente como el de muchos conciudadanos mi bolsillo está muy pobre, sin embargo he aportado, como muchos, mi granito de arena, y perdona que te pregunte... ¿ Tú donde compras?...